¿Por qué los peruanos solo se unen en crisis?

Reflexión sobre la solidaridad de los peruanos en momentos de crisis y la falta de apoyo en tiempos de prosperidad. ¿Qué nos detiene como sociedad? ¿Podemos cambiar la envidia por admiración?

Edú Saldaña

9/16/20244 min leer

Unión y Solidaridad Peruana: Reflexión sobre lo que podemos lograr juntos, incluso en tiempos de prosperidad

Quiero comenzar esta reflexión con un sincero agradecimiento a mis amigos y promo "L" del colegio Claretiano, quienes me demostraron que la solidaridad está más viva que nunca en momentos de dificultad. Hace unos meses, un familiar muy cercano ha sido diagnosticado con cáncer y la carga emocional y financiera ha sido enorme para nuestra familia. Mis compañeros de colegio, sin dudarlo, se organizaron y lograron recaudar casi la mitad de lo necesario para el tratamiento post-operatorio. Este acto de generosidad y apoyo superó todas mis expectativas y me recordó que los peruanos, en situaciones de crisis, podemos unirnos como una sola fuerza.

Este evento me llevó a pensar sobre la enorme capacidad de solidaridad que tenemos los peruanos, especialmente en momentos difíciles. Un claro ejemplo de esto fue en 2017, durante el devastador fenómeno de El Niño Costero. Recuerdo claramente cómo el país entero se movilizó para ayudar a las personas afectadas por las lluvias y desbordes. La frase #UnaSolaFuerza se convirtió en un símbolo de unión, donde ciudadanos, empresas y organizaciones se volcaron a donar, ayudar y reconstruir. Este tipo de solidaridad nos muestra lo mejor de nuestra sociedad: un Perú que se levanta ante la adversidad.

Como dijo el comediante Dave Chappelle, "Sometimes the funniest thing to say is mean" en su especial "Equanimity & The Bird Revelation". A veces, lo más gracioso o lo que más resuena con nosotros es también lo más crudo o difícil de aceptar. Y creo que lo mismo ocurre cuando reflexionamos sobre nuestra sociedad. Nos reímos cuando decimos que "el peor enemigo de un peruano es otro peruano", y aunque suene duro, refleja una triste realidad: muchas veces, en lugar de celebrar los logros de nuestros compatriotas, los vemos con envidia. Esto no solo ocurre en Perú, pero es algo que parece estar arraigado en nuestra cultura y es lo que muchas veces nos frena como sociedad. Si aprendemos a transformar esas críticas, muchas veces crueles, en oportunidades para apoyarnos y admirarnos mutuamente, podríamos realmente cambiar nuestro país. Al final, la comedia y la reflexión tienen mucho en común: ambas nos invitan a mirar lo que está mal, pero también nos impulsan a imaginar cómo podemos hacerlo mejor.

Un estudio realizado por Harvard Business Review en 2016 sobre la competitividad en el entorno laboral, reveló que las culturas que fomentan la cooperación y la admiración mutua, en lugar de la rivalidad, logran mayores niveles de éxito colectivo. Pero en el caso de Perú, muchas veces nos encontramos frenando a quienes están en un camino ascendente, ya sea por temor a que "les vaya mejor que a nosotros" o porque existe una desconfianza hacia el éxito ajeno.

Esto contrasta notablemente con culturas como la argentina o la brasileña, donde el apoyo a sus talentos es palpable desde mi punto de vista. Los argentinos apoyan a sus artistas y los impulsan a destacar a nivel internacional, celebrando sus éxitos como propios. Los brasileños, por su parte, son conocidos por su pasión y apoyo incondicional a sus deportistas, independientemente de la disciplina. No importa si es un partido de fútbol o una competencia de atletismo: en Brasil, cada partido se vive como si fuera la final del mundo. Esta mentalidad de apoyo mutuo fortalece a la sociedad y permite que sus talentos brillen sin temor al rechazo o la crítica destructiva.

Como sociedad peruana, debemos preguntarnos: ¿qué nos impide apoyarnos de la misma manera? Si fuéramos capaces de mantener el nivel de solidaridad que mostramos en las crisis también en los momentos de prosperidad, no habría quien nos pare. El programa EPOG pone un fuerte énfasis en la justicia social y la sostenibilidad económica, dos aspectos que van de la mano con el éxito colectivo. Así como EPOG busca un crecimiento inclusivo a nivel global, deberíamos aspirar a un éxito compartido como país, donde todos celebremos los logros de los demás y los veamos como un reflejo de lo que podemos alcanzar juntos.

La solidaridad que he visto recientemente me ha inspirado a pensar que si los peruanos pudiéramos dejar de lado la envidia y empezar a admirar el éxito de los demás, podríamos lograr cosas increíbles como sociedad. Deberíamos cambiar la "envidia sana" por admiración genuina, y el miedo a que otros prosperen más que nosotros por un deseo de que todos prosperemos juntos. Es hora de dejar atrás esos mitos destructivos y avanzar hacia una cultura de apoyo y colaboración, tal como lo predica el lema de mi colegio, "Ser Claretiano es ser cada día mejor".

Si los peruanos nos apoyáramos en los buenos momentos con la misma energía que lo hacemos en las crisis, no habría fuerza en el mundo que pudiera detener nuestro avance como sociedad. Es momento de que comencemos a trabajar por un Perú donde el éxito de uno sea celebrado por todos, y donde la solidaridad sea nuestro estandarte, no solo en los tiempos de dificultad, sino siempre.

¿Qué piensas tú? ¿Crees que podemos cambiar la envidia por admiración? Comparte tus ideas, comenta y difunde esta reflexión para que juntos sigamos construyendo una sociedad más unida y fuerte.